En Guatemala, la vida diaria de una mujer sola con hijos es dura, pues se convierte en trabajadora y debido a la situación tenemos que salir adelante solas. Eso me ha tocado vivir a mi temprana edad.
Ha sido una rutina diaria de levantarme a las 4:00 de la mañana a bañarme, arreglarme, leer la biblia, hablar con Dios, y darle gracias, porque nuevas son cada mañana sus misericordias para con mi familia. Termino de hablar con Dios y voy a calentarle la leche a mi madre. Entonces ya son las 5:00 de la mañana y salgo a esperar el bus que me lleva a mi trabajo. Llego a las 5:30, marco la entrada y me dirijo a mi servicio que es el de nutrición en el hospital de la ciudad y empiezo con mis obligaciones. Miro cual es el menú del día y luego proporciono los insumos que le corresponden.
Mi trabajo consiste: 4 horas de trabajo técnico y 4 horas de trabajo administrativo.El trabajo técnico consiste en supervisar las dietas especiales, las cuantifico y luego verifico que pasen a los pacientes, pues el horario del desayuno es a las 7:00 de la mañana. Superviso la refacción de pacientes a las 10:00 de la mañana y luego el almuerzo a las 12:00 del mediodía. Se hacen dietas especiales. El trabajo administrativo consiste en elaborar los controles de las dietas, hacer el menú cada semana. Hay actividades diarias, semanales y mensuales.
Cuando se enferma el personal y no hay quien cocine, me encargo de todo porque me gusta cocinar. Estoy agradecida con Dios por mi trabajo y lo hago con amor, pues pienso que si Dios me dio ese trabajo es para servir a mi prójimo.
Tengo muy buena relación con mis compañeros, con las autoridades del hospital y lo mejor es que escucho a la gente, me identifico con los pacientes. Además colaboro con otras actividades del hospital como por ejemplo: El día de San Rafael, Jornadas de Vacunación, Jornadas del Banco de sangre, El día de Salubrista.
Así es como llevo ya 24 años trabajando en el hospital. Comencé el 24 de Julio de 1987.
Atentamente
Argentina Felipe.
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