Latin America Magazine.
 

“Going back home is an amazing journey every time”

22-08-2013 by Lisa Couderé, Ruby Sanders

Luis Enrique, ‘El Príncipe de la Salsa’, toma su té antes de salir al escenario. Quedamos en tener una entrevista después de su concierto en el escenario principal de las Fiestas Antillanas 2012. ¡Y qué concierto! El siempre tan bondadoso té simplemente es una distracción del hecho de que Luis Enrique es un gran artista que canta, toca batería e interactúa con el público. Si uno reconoce un verdadero cantante actuando en vivo, Luis Enrique nos convenció. A nosotras, las reporteras de conSentido, y a una entusiasmada carpa llena. También el mismo Luis cuenta que sentía el entusiasmo del público, lo bueno que era el ambiente durante su bautismo de fuego en Bélgica.

Antes de que Luis Enrique siga su gira europea en el festival Latino Americando en Milán, dos reporteras principiantes tienen la oportunidad de entrevistar al ‘pionero de la salsa romántica’. La diferencia entre el camino recorrido es grande, literalmente y
figuradamente. Luis Enrique, sin embargo, nos saluda amablemente y empieza la
entrevista con una agradable tranquilidad que abre paso a una interesante
conversación.

La actitud de Luis Enrique cabe perfectamente dentro del ambiente general del festival: informal y profesional al mismo tiempo. Uno se siente cómodo por su actitud abierta, pero al mismo tiempo la organización ha pensado en todo y nada ha sido olvidado. Como Luis Enrique; cuando comenzamos algo manga por hombro nos pregunta quién va a hacer las preguntas y quién redactará. Bueno, un profesional como él siente estas cosas y ayuda con gusto.

(Auto)biografía

Tenemos una pregunta que se refiere a la vida y a la carrera de Luis Enrique, pero que al mismo tiempo cuenta una parte de la historia y la música latinoamericana. La edición de las Fiestas Antillanas 2012 pone en escena a varios artistas con raíces
latinoamericanas quienes desde muy jóvenes viven en los Estados Unidos. La
emigración latinoamericana esconde muchas historias de vida. Entre ellas la de
Luis Enrique, cantante nicaragüense viviendo en los Estados Unidos que en 1978
tuvo que dejar su patria a causa de la dictadura de Somoza.

Durante el concierto el mismo Luis Enrique ya cantó con cierta melancolía la canción Autobiografía: “Desde los quince años soy el extranjero,
no soy de aquí ni soy de allá,
entre mi gente soy la voz que vive lejos,
 pero jamás voy a olvidar.” “Me siento todo
un nicaragüense.”, comienza a contar Luis Enrique. A pesar de su salida de
Nicaragua a la edad de quince años, siempre se ha sentido así. Es que en Nicaragua
apenas hay posibilidades para músicos principiantes, o principiantes en
cualquier cosa de hecho. Sus primeros diez años en los Estados Unidos los pasó de ilegal, a veces tiempo sin ni siquiera ver la luz del día. Los problemas en América Central lamentablemente todavía son grandes, más presente que en el continente austral. Uno de hecho ni puede salir de Nicaragua, cuenta. Razón por la que también hay otros pocos músicos conocidos con raíces nicaragüenses.

La música es un international language

Las raíces de la salsa se encuentran en Puerto Rico. Entonces antes de que uno pueda ser reconocido como salsero en otra parte de América Latina, tiene que ser coronado de éxito en Puerto Rico. “Haber logrado eso, es la razón de mi éxito posterior.”
Luis viene de una familia muy musical y antes de empezar a cantar ya era
experimentado percusionista. Eso le ayudó mucho: “Hacer música, siempre era lo
más importante”. Durante su show muestra un poco de su arte como baterista;
dejando al público con la boca abierta.

Por suerte, dice Luis, la música es un international language (el mismo alterna lisamente entre el inglés y el español), y si tienes algo a decir, llegarás. Yo no sé mañana, por ejemplo, va más allá de lo que uno pensaría a primera vista. No sólo se trata de amor, sino también de vivir en el momento, en el ahora. El cantante nicaragüense encuentra muy importante que pueda meter cosas en sus canciones que él mismo siente y piensa.

Viajes de ida y vuelta

Por suerte puede volver regularmente a Nicaragua y los viajes de ida y vuelta no le dan problemas. “Ya casi tengo cincuenta anos, entonces ya me está tomando treinta cinco años en recuperar mis raíces.” Y eso mientras que el ‘sense of belonging‘ es tan importante para el ser humano. “Going back home is an amazing journey everytime”. Ahora está trabajando en un proyecto para reanimar la música popular nicaragüense. No sólo porque es interesante, pero también siente que debe ‘devolver’ algo a su país.

Luis Enrique, de buen corazón, cuenta abierto y sinceramente, igual como la letra de sus canciones. Su imagen simpática no es una fachada. En todo caso los corazones de sus reporteros se los ha ganado en seguida, igual como los de miles de fanes – belgas, holandeses y latinoamericanos – que han sido testigo de su concierto.

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