Discriminación: efecto del turismo [1]
¿Qué ventajas puede tener un cusqueño[2] o peruano si está acompañado de algún extranjero y desea ingresar a alguno de los locales de esparcimiento del Centro Histórico de la ciudad del Cusco[3]? Con esta pregunta deseo realizar un breve análisis de uno de los tantos efectos negativos que causa la frenética actividad turística en esta ciudad.
Mis asistencias a algunos locales del Centro Histórico del Cusco, siempre han sido inconstantes. Acudo cuando mi economía me lo permite o cuando la mayoría de mis amigos así lo decide. Pero hasta hace poco tiempo, el principal motivo fue para realizar una investigación sobre la exclusión social que se practica en algunos bares, restaurantes y discotecas de esta ciudad.
Desde que vivo en esta ciudad, desde mediados del 2002, era ya rutinario y común observar como en algunos de los locales de esparcimiento de esta ciudad, los cusqueños y muchos peruanos, no eran tratados en las mismas condiciones de igualdad que un turista extranjero. En el 2004 comencé a interesarme en este tema dado el carácter de costumbre social que presenta, pues no se le cuestiona y se asume con total normalidad. Ello por causa del turismo y del preconizado desarrollo que dice impulsar esta actividad económica.
En aquel año frecuentaba algunas discotecas de la Plaza de Armas de esta ciudad. Por entonces una antropóloga extranjera era una amiga mía. La única diferencia visible que tenía con ella (a parte del género), era el aspecto físico; pues esta chica es casi rubia, de ojos y cabellos claros. Recorríamos muchas discotecas, cuyos anfitriones (o jaladores)[4] nos pedían que ingresemos y nos animaban con tragos de cortesía o free drinks, los mismos que no eran ofrecidos a todas las personas. Muchas veces cuando yo reclamaba los tragos dentro del local, me decían que se habían terminado; pero extrañamente, cuando lo hacía mi amiga, siempre se los entregaban. De esta manera, ella fue siempre la encargada de recibir los free drinks en todas las discotecas donde ingresábamos. Y claro, no gastábamos ni un sol[5], y la fiesta nos salía bien barata, saliendo de un local para ir a otro y siempre con los tragos de cortesía.
Ella se marchó a principios del 2005 y se me acabaron los privilegios en las discotecas de la Plaza de Armas. Ya nadie me ofrecía ingresar a sus locales, y menos me obsequiaban los tickets de free drinks. Ni siquiera me miraban los jaladores. Fueron tiempos algo difíciles. Así que cuando deseaba ingresar a cualquier discoteca me veía en la obligación de gastar medianas sumas de dinero. Pagaba mi entrada sin mayor problema. Pero poco después empezaron descubrimientos muy desagradables. Muchas veces era detenido en la puerta por los empleados de algunos de estos locales y me decían que tenía que pagar necesariamente el costo del ingreso. Sin embargo, los turistas extranjeros ingresaban completamente gratis, sin restricción alguna y con su ticket de trago de cortesía. Cuando preguntaba el motivo de ello, la respuesta siempre era la misma: Siempre es así, o: Es política de la empresa, sino: Los turistas no pagan. Quizás entendí (de una manera muy superficial en aquel tiempo) que el turista extranjero debe tener todas las facilidades del caso y que debe gozar de algunos privilegios.
Fue una experiencia muy desagradable la que cambió mi perspectiva de estas prácticas discriminatorias. Eran mediados del 2006 y con un amigo de la Universidad, quisimos ingresar a una discoteca de la calle Plateros (muy cerca de la Plaza de Armas). Cuando estábamos en la puerta de ingreso, el vigilante nos dijo que no podíamos ingresar porque la fiesta era privada. Ello me llamó poderosamente la atención, ya que el local tenía sus puertas abiertas al público y sin ningún aviso de fiesta privada. Durante el breve diálogo con el vigilante, una chica rubia pasó por nuestro lado e ingresó sin ningún problema. A mi pregunta del por qué ella si ingresaba y nosotros no, el señor nos dijo que era una chica conocida en el local y que momentos antes había salido del mismo. La sensación de humillación me abordó y nos retiramos del lugar sin decir nada más.
Al narrar esta desagradable experiencia con otras personas, me di cuenta que, lo que me había ocurrido no era un hecho aislado, pues a algunos de ellos también les había pasado exactamente lo mismo. Decidí entonces que esto podría ser un tema de investigación social en el contexto urbano del Cusco y con el turismo como una de las principales causas.
En el 2008 se inició en forma sistemática mi investigación. En mi biblioteca tenia un ejemplar de un trabajo intitulado Pitucos y Pacharacos. Una aproximación a la exclusión social en las discotecas de Lima[6], elaborado por Naonti Sasaki y Gabriel Calderón, el cual me sirvió como punto de partida. Sabiendo de antemano que el Instituto de Defensa del Consumidor y de la Propiedad Intelectual (INDECOPI)[7] sanciona la discriminación y el trato desigual en el acceso a algunos servicios, me aproximé a su oficina en la ciudad del Cusco, y a gracias a sus empleados tuve acceso a tres resoluciones de sanción contra tres discotecas o bares de esta ciudad.
En el 2003 el INDECOPI Cusco encausó y sancionó a tres locales de esparcimiento del Centro Histórico por prácticas discriminatorias. El primer local sancionado fue el “Pub Mamá América”, tras una denuncia de cuatro ciudadanos peruanos quienes fueron impedidos de ingresar a este local. INDECOPI Cusco determinó:
Declarar fundada la denuncia interpuesta por los señores José Luis Palma, Redi Moscoso Cusi, Gilbert Palma Escalante y Mariano Artuto Palma en contra del Pub Mamá América S.A.C. por infracción al artículo 7B y artículo 5º, incisos b), c) y d), de la Ley de Protección al Consumidor, quedando demostrado que la empresa denunciada Pub Mama América S.A.C. discrimina por cuestiones socioeconómicas, de raza y étnicas, a los consumidores nacionales, al no dejarlos ingresar libremente a su establecimiento abierto al público y sí a consumidores extranjeros, hecho que ha sido comprobado por la Secretaría Técnica de la Comisión de Protección al Consumidor Zona Sur (Resolución Final Nº 114-2003-CPCSUR, Expediente Nº 022-2003/CPCSUR/CUS, de la Comisión Delegada de Protección al Consumidor Zona Sur de INDECOPI Cusco).
Por ello, este local fue multado con 20 Unidades Impositivas Tributarias (UITs)[8], es decir con S/. 62 000. Este proceso legal se prolongó hasta el 2007, pues la sentencia del INDECOPI Cusco fue apelada y se presentó una demanda contenciosa administrativa ante la Corte Superior de Justicia de Lima, que finalmente ratificó la sanción.
Otro local sancionado por discriminar a clientes locales fue el “Ukukus Pub”. En noviembre del 2003 el INDECOPI Cusco realizó algunas inspecciones, donde participaron personal de esta entidad, detectando en una primera ocasión, que este local efectuaba prácticas discriminatorias, para luego, en una segunda inspección, constatar que las mismas continuaban, lo cual motivó una sanción de 05 UITs (S/. 15 500):
Se dejaron ingresar a varios turistas extranjeros y luego se dispusieron a ingresar los dos integrantes del segundo grupo (personal de la oficina de INDECOPI Cusco), a quienes el encargado de la puerta del Ukukus Pub, les solicitó el pago de S/. 10.00 (Diez nuevos soles), instante en que se presentó el señor Felipe Roa Obriola, a quien se le preguntó porque se seguían practicando conductas discriminatorias en Ukukus Pub, el respondió “que tenía diferentes convenios verbales con guías y agencias de turismo”, versión que no acreditó (Resolución Final Nº 125-2003-CPCSUR, Expediente Nº 043-2003/CPCSUR/CUS, Op. Cit.)
Un tercer local, sancionado en el 2003 por prácticas discriminatorias fue el “Pub Spoon”, que se ubicaba en un segundo piso de la calle Plateros. Al igual que en el caso anterior, en una segunda diligencia, personal del INDECOPI Cusco verificó las prácticas discriminatorias contra los peruanos, a quienes siempre se les exigía un pago de S/. 10.00 para ingresar, mientras que los extranjeros lo hacían libremente. El dueño del local nunca se presentó a dar sus descargos, y fue declarado en rebeldía por el INDECOPI Cusco y multado con 08 UITs (S/. 24 000):
Ello, toda vez que la rebeldía hace presumir como verdades las alegaciones y los hechos relevantes de la reclamación, sin distinto alguno, debido a que la notificación al denunciado sin que éste haya contradicho tal afirmación, implica su aceptación como consecuencia de la situación de rebeldía (Resolución Final Nº 126-2003-CPCSUR, Expediente Nº 044-2003CPCSUR/CUS, Op. Cit.)
Durante parte de mi investigación, ingresamos a muchos locales del Centro Histórico para hacer una descripción de los hechos discriminatorios. Para ello tuve la colaboración de mi pareja, que es de procedencia extranjera (con características físicas diferentes a las mías). Una noche de fin de semana de setiembre del 2008 fui invitado con ella a ingresar a una discoteca ubicada en una esquina de la Plaza de Armas, y cuando estábamos en ello, pudimos observar que un grupo de chicas peruanas estaban siendo obligadas a pagar su entrada. Otra madrugada del mismo mes y también un fin de semana y queríamos ingresar a una discoteca en la calle Plateros; y pasamos al lado de la fila de peruanos que estaban pagando su entrada. Mi pareja preguntó si podíamos ingresar a lo que uno de los dos vigilantes de la puerta dijo que sí, pero disponiéndonos a ello y mirándome a mí, nos dice que esperemos un momento, pues iba consultarle a la otra persona que estaba cobrando el ingreso a unos peruanos. Este sólo sacó la cabeza de entre el grupo de personas a las que se hallaba cobrando y mirándonos rápidamente nos hace una evaluación y nos dijo que sí, que podíamos ingresar, mientras continuaba el cobro al resto de personas. Sobre este hecho una informante[9] me dijo que:
El negocio está destinado a trabajar con extranjeros. Ellos aportan más ingresos y los nacionales no tienen la capacidad de pagar las bebidas que ahí venden. Molestan para los dueños (…)
(Un peruano puede ingresar) Porque este peruano hace que la extranjera, que el extranjero, gaste su dinero en las bebidas. Cubre sus gastos de él y del extranjero y es posible que lo traiga varias veces ¿no? (Rosa, 23 años y ex empleada de una discoteca del Centro Histórico)
Fue entonces la apariencia física de mi acompañante lo que determinó mi ingreso a aquel local sin problema alguno. Me valorizaron positivamente pues mi acompañante alta, de piel clara y ojos azules ostentaba aparentemente gran capacidad de gasto. Pero se equivocaron, pues ella, extranjera y con un trato preferencial en estos locales discriminadores, no consume bebida alcohólica alguna, y yo sí lo hago.
La discriminación como distorsión en las relaciones sociales, y expresión de la exclusión social hacia aquellos sectores de la población carentes de recursos económicos o activos sociales y culturales, es amplia, compleja y muy arraigada en la sociedad peruana. Acá sólo nos referimos a una pequeña parte de estas prácticas, específicamente contra la población local en el Centro Histórico del Cusco, que son motivadas por la intensa actividad turística en la ciudad. Por supuesto que no negamos la discriminación que sucede de otras formas ni tampoco el aprovechamiento malicioso que pudiera darse en contra el turista extranjero, tema que podría ser motivo de otra investigación.
Durante mi trabajo identifiqué dos formas de discriminación efectiva contra los peruanos y cusqueños. Primero es la negación del ingreso de ellos, que es la forma más extrema y con diversas excusas (afirmando que la fiesta es privada o el local se encuentra lleno). La segunda es condicionando su ingreso con un pago de dinero en efectivo, cosa que casi nunca ocurre con los extranjeros. En estos dos casos se supone que lo extranjero, lo blanco tiene necesariamente mayor capacidad adquisitiva y que los turistas extranjeros si gastarán más que los peruanos. Por ello se discrimina o se “selecciona” lo que se considera idóneo para realizar un contrato. Lo que subyace a ello es que se pretende reservar un espacio para las turistas que denotan una mayor capacidad económica que los peruanos, usando el canal visual para identificar a esos turistas extranjeros por su apariencia física. De hecho, la percepción de características físicas conlleva a un proceso por el cual el peruano (en este caso las personas que trabajan en la puerta de ingreso de estos locales) esta prefiriendo al que es diferente (por criterios personales y/o por mandato de los dueños de estos locales), al que luce como turista occidental, a quien privilegia para brindarle un servicio, asociando necesariamente lo estético a la evaluación de las personas para dejarles ingresar sin ninguna restricción. Así lo analizado hasta esta parte puede ser tratado como racismo.
La tercera forma de práctica de discriminación contra la población local se ejerce en los avisos y cartas que están escritos en idiomas extranjeros, los que escapan al entendimiento de la mayor parte de la población. Esta es una discriminación simbólica, ya que transmite la idea de que sólo pueden ingresar los extranjeros. Aunque acá también se privilegie algunas veces el canal visual de parte de losjaladores para obtener un cliente, éstos a veces, por la necesidad de ganar una comisión (que se les otorga por el consumo que hacen los clientes que ha hecho ingresar al local) van tratando de captar también a algunos peruanos y cusqueños. Esta tercera práctica de discriminación es permanente y de todos los días, a diferencia de las dos primeras. Los avisos y cartas en idiomas extranjeros están colocados en la puerta de estos locales desde que se abren, hasta que los cierran. En tanto esta es una práctica que violenta a nuestro entendimiento, y la transmisión de ideas es solamente en un idioma extranjero, podríamos estar hablando de una peculiar discriminación cultural ocasionada por el turismo en el Centro Histórico del Cusco.
La actividad turística inserta en una economía de mercado, donde el individualismo y el beneficio personal son primordiales, permiten que aparezca una irracionalidad y una falta de escrúpulos para obtener mayores ganancias. Es en este afán de búsqueda de beneficios económicos, que se va alterando las relaciones sociales y aparezcan las prácticas de discriminación contra la población local, para no permitir o limitar su acceso a los lugares de esparcimiento o recreación, no permitiéndoles que satisfagan sus necesidades de ocio y participación, limitando de este manera su normal accionar social.
Las prácticas racistas en una sociedad peruana, que aún asocia la apariencia física occidental como sinónimo de belleza y de suficiencia económica, encuentran en esta situación generada por el turismo en el Centro Histórico del Cusco una vía de salida y de manifestación. Este racismo que se basa en las apreciaciones físicas que se aproximen a los modelos occidentales (los cuales no posee la inmensa mayoría de peruanos y de cusqueños), nos ofrece una visión de cómo se configuran las representaciones de los individuos que forman parte de una realidad alterada por la actividad turística, y cómo dichas representaciones orientan el comportamiento que se puede observar en algunos locales de esta ciudad. Esta nueva realidad configurada por el turismo categoriza permanentemente a los individuos en gringos[10] y nacionales; los primeros con una valoración económica positiva y los segundos con una valoración económica negativa, construyéndose así una imagen del turista extranjero siempre poseedor de activos económicos y otra imagen del ciudadano local y peruano como el de menores activos económicos.
Lo descrito no es general para todos los locales de esparcimiento del Centro Histórico. Las prácticas de discriminación efectivas son muy cambiantes y no tienen un patrón exacto, y van dependiendo de la oferta y demanda, del día de semana, de la temporada turística y sobretodo de la subjetividad del personal que trabaja en la puerta de ingreso de estos locales. Sin embargo, ocurren y siempre son en contra de la población local. La llegada masiva de turistas extranjeros al Cusco va creando, innegablemente alteraciones y cambios socio-culturales, que no tienen por qué ser negados, sino más bien estudiados, para tratar de aliviar sus efectos negativos.
La elevada importancia que se le brinda siempre el turismo, se resume en frases como El Cusco vive del turismo, o El turismo es la principal actividad económica del Cusco, que nos inducen a la idea de que los turistas extranjeros son los principales personajes en esta actividad económica y por tanto debemos brindarles todas las facilidades para hacer agradable su visita en esta ciudad. De esta manerahacer que los turistas se sientan como en su casa, es, de parte de los locales discriminadores, separarlos de los peruanos y que éstos tengan sus exclusivos locales de esparcimiento.
Estas prácticas discriminatorias van unidas a un proceso de aprendizaje sobre el turismo y los turistas. Y este aprendizaje es en gran medida discursivo. Como afirma Van Dijk, este proceso de aprendizaje se basa en la conversación y en los relatos de todos los días, los libros de texto, la literatura, las películas, las noticias, los editoriales, los programas de televisión, los estudios científicos, etcétera (VAN DIJK, 2007: 25). Este discurso del turismo, que encuentra en los medios de comunicación uno de sus principales canales, crea una percepción sesgada de nuestra realidad y solo menciona al turista e ignora a la población local.
Estar con un extranjero en el Centro Histórico del Cusco, es para un peruano o cusqueño, garantía de no ser sometido a algún trato discriminatorio, recibir algunos tragos de cortesía y poder ingresar donde se desee. Con esto respondo a la pregunta con la que inicié este breve artículo. Finalmente, deseo agregar lo que me dijo otro informante:
(…) La mayoría entra con gringos. Si usted estaría con tres, cuatro gringos entonces ya… No hay racismo (Pedro, aprox. 18 años, jalador de una discoteca de la Plaza de Armas)
Autor: José Antonio Valverde Elera – Antropólogo
E-mail: jose_antonio7525@hotmail.com
BIBLIOGRAFÍA
INSTITUTO NACIONAL DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR –INDECOPI- OFICINA REGIONAL DEL CUSCO
2003 Resolución Final Nº 114-2003-CPCSUR, Expediente Nº 022- 2003/CPCSUR/CUS, de la Comisión Delegada de Protección al Consumidor Zona Sur de INDECOPI Cusco
2003 Resolución Final Nº 125-2003-CPCSUR, Expediente Nº 043- 2003/CPCSUR/CUS, de la Comisión Delegada de Protección al Consumidor Zona Sur de INDECOPI Cusco
2003 Resolución Final Nº 126-2003-CPCSUR, Expediente Nº 044- 2003CPCSUR/CUS, de la Comisión Delegada de Protección al Consumidor Zona Sur de INDECOPI Cusco
SASAKI, Naonti – CALDERÓN, Gabriel
S/F “Pitucos y Pacharacos. Una aproximación a la exclusión social en las discotecas de Lima”. S/e. Lima, Perú.
VALVERDE ELERA, José Antonio (2011)
“Gringos Sí. Indios No. Tú Entraste Porque Estabas Con Tu Gringa. Una aproximación a la exclusión social causada por el turismo en la ciudad del Cusco”. Tesis para optar la Licenciatura en Antropología. Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Facultad de Ciencias Sociales. Perú
VAN DIJK, Teun A. (Comp.)
2007 “Racismo y Discurso en América Latina”. GEDISA Editorial. Barcelona, España.
[1] El trabajo que presento acá es un breve resumen de un capítulo de un trabajo de investigación más extenso titulado “Gringos Sí. Indios No. Tú Entraste Porque Estabas Con Tu Gringa. Una aproximación a la exclusión social causada por el turismo en la ciudad del Cusco”. Trabajo que sirvió para obtener el grado de Licenciado en Antropología de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Perú) y que fue culminado en marzo de este año y defendida en público en junio pasado.
[2] Denominación usada para referirse a los habitantes del departamento del Cusco (Perú).
[3] El Cuzco[ ]o Cusco (grafía oficial reciente), es una ciudad del sureste del Perú ubicada en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, en la cuenca del río Huatanay, afluente del Vilcanota. Es la capital del Departamento del Cuzco y además, está declarado en laConstitución Política peruana como la capital histórica del país.
Antiguamente fue la capital del Imperio inca y una de las ciudades más importantes del Virreinato del Perú. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983 por la Unesco, es a[]ctualmente es el mayor destino turístico en el Perú, con una afluencia anual de cerca de un millón de visitantes en el 2008.[]Cuenta con una población estimada de 358,052 según el censo peruano de 2007,[] lo que la ubica entre las ciudades más pobladas del país.
Para lo efectos de la investigación, nuestra unidad de análisis fue el denominado Centro Histórico del Cusco, donde se encuentran los diferentes bares, discotecas y restaurantes que fueron objeto de nuestro seguimiento para estudiar estas prácticas. Su delimitación ha sido realizada por el Instituto Nacional de Cultura (INC) del Cusco (actual dependencia del Ministerio de Cultura del Perú), en el denominado “Plan Maestro del Centro Histórico del Cusco”, cuyo principal objetivo es conservar el patrimonio arquitectónico de la ciudad, donde destacan construcciones coloniales e incas.
[4] Jaladores son los empleados de estos locales cuya función es invitar y convencer a las personas que circulan por las calles para que ingresen a estos locales.
[5] Moneda peruana.
[6] Capital del Perú.
[7] El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual -INDECOPI- fue creado mediante Decreto Ley N° 25868 en noviembre del 1992, para promover en la economía peruana una cultura de leal y honesta competencia, proteger los derechos de los consumidores y también para proteger todas las formas de propiedad intelectual: desde los signos distintivos y los derechos de autor hasta las patentes y la biotecnología, propiciando de esta manera el buen funcionamiento del mercado. El INDECOPI es un Organismo Público Descentralizado adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros por disposición de la Ley N° 27789, que goza de autonomía técnica, económica, presupuestal y administrativa y tiene por finalidades las establecidas en la Ley de Organización y Funciones del INDECOPI, el Decreto Ley No. 25868 y el D.L. 807.
Como resultado de su labor en la promoción de las normas de leal y honesta competencia entre los agentes de la economía peruana, el INDECOPI es concebido en la actualidad, como una entidad de servicios con marcada preocupación por impulsar una cultura de calidad para logar la plena satisfacción de sus clientes: ciudadanía, el empresariado y el Estado. Nos dice, además (en su página de internet), que el INDECOPI busca permanentemente brindar sus servicios de manera oportuna, transparente y confiable, para contribuir a generar una cultura de mercado y el bienestar en la sociedad.
Respecto a la Oficina Regional del INDECOPI en la ciudad del Cusco, fue establecida por decisión del directorio institucional en enero de 1995 y está actualmente ubicada en el distrito de Wanchaq. Tiene facultades desconcentradas en materia de protección al consumidor, procedimientos concursales, eliminación de barreras burocráticas y fiscalización de la competencia desleal en publicidad comercial. Su actual jefe es el señor Marco Antonio Marroquín Muñíz. Las funciones principales de esta oficina son la difusión, prevención y fiscalización en todas las Comisiones y Direcciones de INDECOPI y la de brindar servicios al consumidor y atención de reclamos. En:www.indecopi.gob.pe
[8] La Norma XV del Titulo Preliminar del Código Tributario del Perú establece que la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) es un valor de referencia que puede ser utilizado en las normas tributarias para determinar las bases imponibles, deducciones, límites de afectación y demás aspectos de los tributos que considere conveniente el legislador.
También podrá ser utilizada para aplicar sanciones, determinar obligaciones contables, inscribirse en el registro de contribuyentes y otras obligaciones formales.
[9] Los nombres de mis informantes son ficticios.
[10] Gringo es un término usado en español y portugués, con diversos significados, generalmente aplicado a extranjeros que hablan en un idioma que no se entiende por personas que hablan español. En el Perú la palabra se usa mayoritariamente para referirse a una persona estadounidense o europea, Puede tener tanto connotaciones negativas o positivas, así como neutrales, dependiendo del contexto.
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